El viernes seguía un poco
nublado, y le tocaba a Bastille mantener en nivel del día antes. Exprimieron
sus éxitos con quizá la única pega de ser demasiado estáticos encima el
escenario.
La carpa volvió a quedarse
pequeña con Izal, pero siendo solo las 21 horas, y con Jack Johnson en el
escenario Heineken había público para los dos. A partir de La Mujer de Verde el
suelo del escenario Sony temblaba hasta impedir a la barra anexa ser operativa.
Jack Johnson actuaba 15 minutos más rodeado de excelentes músicos, con ellos el
mejor folk seducía al público. Este intervalo de hora y cuarto seguramente
fuera el más conflictivo en solapamientos del festival, era el primer momento en
que podías perderte un gran concierto y había que elegir.
Fuera cual fuera la decisión no podía
ser errónea, ya que los dos fueron excelentes conciertos. Si ibas con algún grupo de
amigos el punto de reencuentro sería el escenario 1 para ver a Foster the
People. Éstos cuajaron una magnífica actuación, quizá no eran de los grandes
nombres pero ejercieron como tales en un típico segundo día de festival, un
poco más light que los otros. Intercalaron bien sus temas más conocidos durante
todo el concierto.
Primer día que manteníamos escenario
para escuchar a uno de los grupos con más electrónica del cartel, 90 minutos de The Prodigy.
Las horas que eran fomentaban una anarquía en el baile conjunto, donde solo regía
una ley: pasarlo bien.
El Columpio Asesino sigue
atrayendo con Toro y eso que en el escenario principal hoy sí que había concierto
de Palma Violets.
Fotografía de Nuria SL
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