Movilizar 25.000 personas a 40 km
de Barcelona no es nada fácil, todo un reto conseguido por el Canet Rock, con
un cartel de artistas catalanes por los que valía la pena ir a Canet de Mar.
Doblar la población del pueblo en
12 horas no era para tomárselo en broma, el primer acierto era ir en tren, ya
que estaba todo muy bien indicado y podías ahorrarte los problemas que
surgieron por carretera.
Se vivía el mejor ambiente en el
recinto, solo preocupaba el murmullo de dudas respecto al sonido de los
conciertos. Se temía que la mala acústica con la que se oía a Joan Dausà y
Blaumut no fuera algo puntual y no hubiese sido la mejor de las ideas montar el
evento en un recinto con esas restricciones sonoras. Lo que si fue un acierto
fue la combinación de los dos grupos, quienes tocaron sus mejores éxitos.
Quizás dejando con ganas de más a sus mayores fans que hubieran disfrutado
directamente de dos conciertos enteros.
El rock llegó a Canet de la mano
de Els Pets. Las burbujas de jabón volaban entre los asistentes que ondeaban
banderas y cantaban todos los temas del grupo, quienes agradecieron el gesto de
parte del público que llevaba la única bandera poco conocida. Una corona de
laurel dorada en fondo rojo, la de Constantí.
La Elèctrica Dharma primero, Els
Amics de les Arts después y Gerard Quintana tuvieron la difícil tarea de
resucitar el Canet Rock, no el de hacía 30 años, sino el que había empezado
cuatro o cinco horas antes. Coincidir con las horas de cenar hizo que fueran
los que mantuvieran a la gente de las colas más largas que he visto en un
festival, con ánimos de seguir. La crispación con la organización era el tema a
comentar. Si no tienes capacidad de absorción para todos los asistentes a quienes
has vendido una entrada, lo que no se puede es exigir que no se entre comida ni
bebida de fuera. El ánimo de lucro casi mata al festival. Un festival que había
llegado al sold out y la gente se preguntaba a qué habían destinado la señora
Recoder y el señor Mainat tanto dinero. Después de aparecer en tantos medios a ellos
asignaban la cara del evento. ¿Tanto han cobrado los artistas? Sí que es verdad
que sanidad y seguridad había, si hubiese habido un problema con eso el puro
sería mucho más impactante que la frustración de la noche del Sábado. Qué suerte
que los artistas sí que estuvieron a la altura. La Elèctrica Dharma nunca
falla, Gerard Quintana sedujo con algunos temas de Sopa de Cabra y Els Amics de
les Arts sobretodo tocando su último trabajo, como a posteriori harían más
grupos punteros actualmente.
El subidón del Canet Rock lo
protagonizo un hombre de más de 65 años, Jaume Sisa. Qualsevol nit pot sortir
el sol, Sisa y sus arpegios de guitarra, nada más. Manel acompaño a Sisa una
canción más y empalmaron con su concierto que abrieron con Al mar. Al igual que
Els Amics de les Arts el último disco fue el más presente, pero muchas de las
antiguas buenas también las tocaron.
Fotografía de @alago922
Love of Lesbian traían todo el arsenal
audiovisual de su gira. Quizá esto fuera el principio del gran retraso en el
horario que empezaría a acumularse hasta la mañana siguiente. Su reivindicación
estaba más orientada a la situación social, y no tanto a la política como otros
de sus compañeros ese día en el escenario. Entre los nuevos sencillos hubo
tiempo para algunos de sus grandes temas, John Boy y Me amo siguen siendo su
bandera.
Lejos quedan los acústicos con
los que se consolidaron Gossos, esta reinvención de hace ya unos años sigue
cuajando bien y gusta. Santi Balmes volvió a subir al escenario para cantar En
Pau con el grupo de Manresa.
Mishima contó en algunos temas con excelentes músicos, una violinista y un trompetista de muy alto nivel, quienes ayudaron a transmitir todo el contenido de su música. Repetirán una gran actuación en el Pròxims en dos semanas.
Mishima contó en algunos temas con excelentes músicos, una violinista y un trompetista de muy alto nivel, quienes ayudaron a transmitir todo el contenido de su música. Repetirán una gran actuación en el Pròxims en dos semanas.
La rumba catalana tiene en Txarango
su estandarte para continuar durante años y se demostró en Canet, las horas de
retraso no pudieron con el público que deseaba esa actuación. Txarango no
decepcionó a nadie y con un final muy emotivo con La Dança del Vestit dijo adiós
a gran parte del público que los siguieron hacía sus respectivas casas.
Fotografía de @tin_co
Quienes no habían gastado todas
las fuerzas en la larga noche vieron al grupo escogido de la encuesta para acompañar
a tanto nivel del cartel. Brams siguieron en el nuevo día el éxito musical.
Casi dos horas más tarde de lo
previsto Delafé y las Flores Azules agradecían a los que quedaban con un
conciertazo lleno de temazos y energía.
Aunque solo fuese un 10% de la
asistencia de este festival ya serian unas cifras magnificas para un concierto.
Más o menos es lo que tuvieron The Pinker Tones para concluir el que puede
ser el acontecimiento del año en el
Maresme.
Artistas y el público más variado
de edades jamás visto, entregados con el festival. Ellos hicieron grandes las
12 horas del Canet Rock 2014.