Felicidades. Por los 10 años y la
fantástica reacción a los puntos negativos de la edición de 2014. Todas las
colas han desaparecido este año y si le añades tener solo un rival en los
cabezas de cartel, el éxito está asegurado. La letra no tan grande del BBK
traía autenticas perlas: Boreals, Jupiter Lion, Begun, Fort Romeau, I Am Dive,
Delorean, Sau Poler o Marc Piñol. Todos ellos artistas que han estado o estarán
en alguna de las ediciones del Festival’Era, una auténtica referencia del sector.
JUEVES 9/7/2015
El buen tiempo inauguraba el
festival y el primer de los grandes fue Future Islands. Nivel muy alto el que
dejó en el escenario principal. Su trayectoria ascendente enfocada al
tecno-pop, suavizado en el último trabajo, se notó encima del escenario. Samuel
T. Herring fue uno de los artistas que más kilómetros haría en plena actuación
durante todo el festival. Estaba desatado y no quiso dejarse nada en casa. Todo
el festival contó con una notable puntualidad, y una hora después de los de
Baltimore, otros americanos comenzaban en el segundo escenario. Counting Crows
no hizo esperar con Mr. Jones y acompaño su canción en mayúsculas con temas
actuales. Su mayor hándicap era tener a Mumford & Sons calentando en el
Bilbao Stage y la hora de cenar.
Mumford & Sons repetían
presentando otra vez nuevo disco. Un trabajo que ha recibido muchas críticas de
los fans más acérrimos de su característico sonido. Pero el grupo se siente
cómodo dejando el folk en segundo plano y abrazando al rock. Un género
seguramente más resultadista, y por ser una banda británica quizá más acorde a
su estilo de vida. El folk “americano” de Mumford no se olvida (y que así siga)
y obviamente tiraron de él con las guitarras acústicas para completar un
conciertazo.
En la carpa, uno de los grupos
españoles, Dover tiró de temas antiguos con alguna que otra novedad. El patrocinador del segundo escenario, Heineken,
había repartido pulseras luminosas para amenizar el directo de Capital Cities.
Las trompetas de Save and Sound en el DCODE del año 2012, resonaron igual en
Kobetamendi, y caldearon un ambiente más electrónico para Disclosure. A los dos
hermanos ingleses, después de los primeros hits, pareció que les petó algo que
paró durante 10 minutos el escenario. Poco tiempo, pero provocó alguna que otra
desbandada.
De vuelta a la carpa estarían
Monarchy. Acertadísima ubicación en espacio tiempo para un grupo con este
estilo. Para los que no los conociesen seguramente la revelación del primer día
de festival. Personalmente después veríamos el primer desliz del BBK. El tipo
de djs pasadas las 4 de la mañana hubiera sido más acorde para Buffetlibre y
después el turno de Totally Enormous Extinc Dinosaurs DJ, y no al revés. A mi
entender primero los temas más comerciales en comparación a la tralla, pero un final
de jueves con Buffetlibre siempre es un buen final al estilo SOS 4.8.
Fotografía de Judith IG: alt-J
VIERNES 10/7/2015
A las 6 de la tarde del viernes
10 de julio saltaban We Were the Promised Jetpacks. Guitarras con riffs
repetitivos pero pegadizos y con energía. Simples, directos y efectivos. 212 es
el éxito de Azealia Banks y coincidió en el pico máximo de público a esa hora
de la tarde. Seguía James Bay con la oferta del Hold Back The River. No era el
cabeza de cartel, ni el más esperado, pero una de las canciones más escuchadas
previamente al festival era la suya.
Debido a la edad de muchos, el
nombre de The Jesus & Mary Chain no creaba demasiada expectación. Pero
Psychocandy está catalogado como uno de los discos de culto, y de esto ya hace
30 años. El concierto incluyó la totalidad de los temas pertenecientes a dicho
álbum con algún extra.
Alt-J tenía segundo disco y se
podía pensar que de éste saldrían la mayoría de los temas, pero la excelencia
de su primer trabajo estuvo presente acompañado de un juego de luces parecido
al del pasado mes de mayo en el Primavera Sound de Barcelona. Hace dos años los
más sibaritas gozaron de ellos en Bilbo, y en este 2015 aparecían como fenómenos
ante el resto de los mortales.
Fotografía de Judith IG
Ben Harper ha reagrupado a su banda The Innocent
Criminals para esta gira, lo que no tenía que recuperar es su guitarra. A parte
del par de álbumes que lo han tenido activo los siete años sin banda, el don
para la música seguramente no se le apagará. Su concierto le bastaba para
confirmarse el mejor guitarrista de esta edición. Muy rápido hacía yo esta última
afirmación con lo que vino después. Cerca de las 2 de la mañana en la carpa
empezaba el concierto revelación del festival. Arizona Baby lo petaba en cuanto
a público y calidad.
SÁBADO 11/7/2015
Las 18.15h… esa hora no ayudaba a
los amantes del soul de Vintage Troube. Venían desde el Cruïlla de Barcelona y ofrecían
otro estilo más al BBK, seguramente una actuación que demasiados se lamentarán
de haberse perdido. Pero como en cada día algún que otro sacrificio se hace por
el bien de disfrutar la casi totalidad del festival. Algunos el jueves faltaron
a Black Rebel Motorcycle Club o a
Catfish & The Bottlemen el viernes.
Una de las razones por la que los
artistas se decantan por actuar en un festival es el público. Expandes tu
música a los que seguramente no comprarían una entrada para tu concierto, pero
quizá, después de pasar por el festival, alguna persona dentro de ese grupo que
no iba a tus conciertos, se cambie de bando. The Cat Empire son el mejor
ejemplo, porque después del concierto del BBK, tienen asegurada una nueva
tongada de fans recientes.
Uno de los cuartetos con más
talento, cualquiera de los miembros domina más de un instrumento y se aprovecha
en los temas. Dos singles precedieron el álbum In A Perfect World donde
encontramos el All I Want de Kodaline. No solo se quedó en su última canción, le
dieron un subidón para irse con el trabajo bien hecho. Unos minutos antes y solapándose
en gran parte del tiempo, Sheppard se descubría no solo con su canción
Geronimo, que al igual que los irlandeses se guardaron para su último tema.
El ritmo de fiesta siempre asciende con The
Ting Tings. Hermano a la batería y hermana desenfrenada a la guitarra eléctrica.
Un torbellino de energía renacía en el mismo escenario donde horas antes se
bailaba con The Cat Empire. Si había que darlo todo era el último día, y con
estos grupos se cumplió. Al finalizar, la mala noticia sobre la salud del
bajista de Of Monster and Men aparecía en las pantallas. Los más avispados, si
la batería del móvil aún se lo permitía, ya sospechaban algo con las
informaciones que llegaban de la noche anterior en el Cruïlla. El grupo
islandés recortaría su set-list, ofreció lo que pudo de Beneath The Skin y rápidamente
salieron los temas con los que triunfaron. El cambio de estilo existe, pero si
seguimos comparándolos con Mumford & Sons su cambio es mucho menor. Y en la
adversidad se despiertan cualidades. Enfrente el traspié de Of Monster, el
festival se iluminó en un pequeño escenario llamado Red Bull Tour Bus Stage. Desde
ahí los sevillanos I Am Dive rescataban a los deseosos de buena música y
dejaban el camino al grupo mayúsculo de este BBK.
MUSE. Podría no decir nada más y
adjuntar todos los conciertos en estadios llenos que han hecho. Kobetamendi no
sería menos que todas esas infraestructuras ya conquistadas por los británicos.
Matt Bellamy lidera la banda más deseada de esta edición y dieron lo que se anhelaba.
Del poco delay en Bilbao esos tres días, pero la gente lo olvidó con la fuerte
arrancada de Muse. Temas nuevos y temas legendarios, attrezzo y magnifica
puesta en escena. El público parecía estar formado por “drones” controlados desde
el escenario por los guitarreos adoctrinadores que terminarían con el escenario
principal.
El otro gran escenario cerraría con
SBTRKT (/substract). La electrónica anónima tenía alternativa en la carpa con Delorean.
De Zarautz con el estudio en Barcelona, desde el 2014 se presentan con menos
programario y más instrumentación real.
Se acercaba el final con Sau
Poler y sus nuevos ritmos de baile en el Bosque Stage. Seguido por Marc Piñol,
dj residente hasta 2013 del Nitsa en el Apolo en Barcelona. Nombrado mejor dj
del año en varias ocasiones por medios musicales de ámbito estatal. La sorpresa
por confirmar de 2014, Elyella DJs, también acababan con el BBK desde la carpa
con sus clásicas sesiones de éxitos.
El nivel del cartel será el que es, para mi vuelve a
reinar en la península. Con todas las mejoras y menos gente en el camping. Una
ciudad abierta al evento, habitantes hospitalarios e incluso descuento en el Guggenheim.
La cifra de 141.000 vuelve a abalaros. Zorionak.
Fotografía de Judith IG: Of Monsters And Men